A nivel mundial, cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, que representa el compromiso global para crear conciencia sobre la salud mental.

En el transcurso de los últimos 40 años, la magnitud e impacto de los trastornos mentales y conductuales en el mundo ha crecido significativamente puesto que más del 25% de la población los padece en algún momento de su vida.  

Aunque en los últimos veinte años se han producido grandes avances en la identificación del origen de las dolencias psíquicas y su tratamiento, son pocas las mejoras logradas en la cobertura y calidad de los servicios.  Según el Plan Decenal de Salud 2022-2031, «en el país, los años de vida ajustados a la discapacidad (AVAD) ascienden al 17% y los años de vida perdidos por discapacidad (APD) al 33%; de los cuales, la depresión corresponde al 8,3%, la ansiedad al 5,2%, los trastornos mentales graves al 1,6%, suicidio y trastorno bipolar al 1,5%, y el consumo de sustancias al 0,9%, entre otras.»…Y sigue…»En Ecuador, el presupuesto para salud mental asciende al 1,43%. Se distribuye el 67% en el nivel hospitalario y sólo el 33% va a primer nivel de atención.».

El lema de la Organización Mundial de la Salud de este año es «Salud mental,  un derecho  humano universal», y busca posicionar la importancia de que los países promuevan iniciativas regulatorias y normativas para apoyar la salud mental como un derecho humano universal.

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